Hoy reproduzco un fragmento de una obra que se llama Rubaiyat, que escribió el astrónomo persa Omar Khayyam en el siglo XI.
«¿Temes lo que puede traerte
el mañana?
No te adhieras a nada,
no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo,
el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.
No te preocupes por el ayer:
ha pasado...
No te angusties por el mañana:
aún no llega...
Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza:
tu única posesión es el instante.»
el mañana?
No te adhieras a nada,
no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo,
el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.
No te preocupes por el ayer:
ha pasado...
No te angusties por el mañana:
aún no llega...
Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza:
tu única posesión es el instante.»
De eso se trata, de que sólo vivamos el presente. Preocupate del ahora, no pienses en más. Deja que sean tus instintos los que te lleven. Por lo visto Khayyam escribió Rubaiyat como un tributo al vino y a la vida que se acaba. Creo que además de hombre de ciencias, era un gran vividor y sibarita. Desde luego, ese es el equilibrio perfecto: conocimiento y placer. Espiritualidad y satisfacción material. No sé, supongo que todos los que están chiflados por el vino me interesan, o al menos me siento identificados con ellos. ¡Salud!
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